El 29 de marzo de 2008, Hernán Jorge Crespo convirtió el gol número 300 de manera oficial en toda su carrera. Ese día Valdanito, jugando para el Inter le convirtió a la Lazio en el empate 1 a 1. Definió como tantas veces de las otras 299, tocando con la puntita del botín izquierdo un centro bajo. A decir verdad, cualquier resolución hubiera reclamado copyright HC. Porque en la cantidad se esconde la variedad, como aquel gol de chilena con River al Cristal por la Copa 96 (campeón con doblete al América en su despedida) o ése de taquito en una tricota en el Parma que rajó a Lippi de la Juve en 1999.
Los hubo de todos los colores, de cerca, de lejos, de rebote o sentando rivales en el área como ante Venezuela en las Eliminatorias que fue goleador (9 dianas) rumbo al Mundial 2002.
Hernán Crespo es sin dudas, un jugador distinto, uno de los mejores delanteros del planeta, algo muy dificil de conseguir. Tan difícil como igualar los 26 tantos que lo convirtieron en capo cannonieri 2001 con la Lazio (lo compró en cifra récord), o como de meter 14 goles en finales.
Pero el mejor gol de Crespo sin duda, puede estar al caer.
Los hubo de todos los colores, de cerca, de lejos, de rebote o sentando rivales en el área como ante Venezuela en las Eliminatorias que fue goleador (9 dianas) rumbo al Mundial 2002.
Hernán Crespo es sin dudas, un jugador distinto, uno de los mejores delanteros del planeta, algo muy dificil de conseguir. Tan difícil como igualar los 26 tantos que lo convirtieron en capo cannonieri 2001 con la Lazio (lo compró en cifra récord), o como de meter 14 goles en finales.
Pero el mejor gol de Crespo sin duda, puede estar al caer.
.jpg)
